TikTok ya no es solo la plataforma para bailes virales y retos absurdos. En los últimos años, se ha convertido también en el terreno de los finfluencers: creadores de contenido que prometen enseñarte a ahorrar, invertir y hacer rendir tu dinero… en menos de 60 segundos. Pero ¿cuánto de esto es educación real y cuánto es marketing disfrazado?
El auge de los expertos exprés
El contenido financiero nunca había sido tan accesible. Desde tips para salir de deudas hasta estrategias para invertir en CETES, los finfluencers han encontrado en TikTok una forma ágil y visual de acercar temas complejos a una audiencia joven. La mayoría usa gráficos llamativos, storytelling personal y una estética cool que rompe con el estigma del “dinero = aburrido”.
Entre consejos útiles y fórmulas mágicas
El problema surge cuando la línea entre información y promoción se vuelve borrosa. Muchos de estos creadores están afiliados a marcas, brokers o plataformas de inversión, lo cual plantea una pregunta inevitable: ¿te están educando o te están vendiendo algo? La falta de regulación en redes hace difícil saberlo. Algunos incluso simplifican demasiado los temas o promueven estrategias de alto riesgo como si fueran seguras para todos.
¿Qué tan confiable es un consejo financiero viral?
Aunque hay finfluencers responsables y bien informados, también existen perfiles que apelan más al espectáculo que al contenido verificado. Aun así, no todo es negativo: han despertado interés en una generación que antes evitaba hablar de finanzas. El verdadero reto está en aprender a distinguir entre educación real y contenido disfrazado de asesoría.
Los finfluencers han democratizado la conversación financiera, pero también han abierto la puerta a una nueva forma de desinformación. En tiempos donde ahorrar se ha vuelto un acto de resistencia, elegir bien a quién escuchas puede ser tan importante como lo que haces con tu dinero.