La alimentación ecológica no solo es posible, sino también necesaria para reducir el cambio climático, según Sarah Bridle, experta en alimentación y clima. Bridle propone que, con simples cambios en nuestra dieta, podemos reducir la huella de carbono de los alimentos y contribuir a la sostenibilidad del planeta. En este artículo, exploraremos sus consejos para comer de manera más amigable con el medio ambiente y así ayudar a preservar nuestro planeta.
Alimentación Ecológica: Un Cambio Posible
Es sorprendente descubrir que aproximadamente un tercio del cambio climático actual se debe a la producción de alimentos. De hecho, los gases emitidos durante el cultivo, procesamiento y distribución de alimentos representan una gran proporción de las emisiones globales. Bridle se dio cuenta de esto cuando comenzó a investigar el impacto ambiental de los alimentos y calculó la diferencia de emisiones entre diversas opciones.
Por ejemplo, un plato de papas y frijoles genera apenas el 5% de las emisiones de carbono que se obtienen de un plato de bistec con papas fritas. Con esta comparación, queda claro que reducir nuestro consumo de alimentos con mayor impacto climático puede hacer una gran diferencia.
Cambiar la Forma de Cocinar: Un Pequeño Gran Paso
Sorprendentemente, la forma en que cocinamos nuestros alimentos también impacta en el medio ambiente. Usar el horno, por ejemplo, puede ser menos eficiente energéticamente que el microondas. Para alimentos que requieren cocción prolongada, Bridle recomienda usar el microondas y luego el horno solo para darles un toque crujiente. Al adoptar estos cambios en la cocina, se puede reducir de manera considerable la energía utilizada.
Reducción de Desperdicios: Un Efecto Positivo para el Planeta
A nivel mundial, aproximadamente un tercio de los alimentos se desperdicia, lo que contribuye enormemente a las emisiones de gases de efecto invernadero. La mayoría de este desperdicio ocurre en los hogares. Bridle sugiere evitar comprar en exceso y aprovechar al máximo los alimentos que ya tenemos en casa. Reducir el desperdicio no solo disminuye nuestro impacto ambiental, sino que también nos ayuda a ahorrar dinero y a apreciar más nuestros recursos.
¿Es Realmente el Empaque el Problema Principal?
Aunque la reducción del plástico es crucial para combatir la contaminación oceánica, Bridle advierte que el empaque no es el mayor contribuyente al cambio climático en la cadena alimentaria. Es un error común pensar que reducir el uso de plástico soluciona el problema climático; en realidad, el impacto del empaque en el clima es menor comparado con las emisiones generadas por la producción de alimentos.
Consejos de Sarah Bridle para una Alimentación Ecológica
A continuación, se presentan algunos consejos prácticos de Bridle para llevar una dieta más sostenible y reducir el impacto ambiental:
- Elige con Consciencia
Los alimentos de origen vegetal suelen tener un impacto menor en el clima. Sin embargo, no todos los productos de origen animal tienen el mismo efecto; el pollo y el cerdo emiten menos gases que la carne de res o el cordero. Así que, si reducir el consumo de carne no es una opción, considera elegir carnes con menor impacto. - Modifica tu Método de Cocción
Usar el horno puede gastar más energía de la necesaria para ciertos alimentos. El microondas es una opción más eficiente para alimentos que requieren mucho tiempo de cocción. Solo utiliza el horno al final si necesitas un toque crujiente. - Reduce el Desperdicio de Alimentos
Planifica tus compras y haz un esfuerzo por aprovechar al máximo lo que ya tienes. Muchos alimentos, como guisos y sopas, saben incluso mejor al día siguiente, lo cual te permite disfrutar de tus sobras. - Compra Localmente
Apoya a los productores locales que utilizan prácticas de cultivo sostenibles. Alimentos como las manzanas enviadas por barco desde el otro lado del mundo pueden tener menos emisiones que los mismos productos transportados por aire, por lo que informarse sobre el origen de los alimentos es clave. - Disfruta de la Comida
En lugar de consumir alimentos de alto impacto ambiental de forma regular, resérvalos para ocasiones especiales. Convertir estos alimentos en un “lujo” ocasional te permitirá saborearlos y, al mismo tiempo, reducir el impacto ambiental de tu dieta.
Conclusión
Adoptar una alimentación más ecológica es posible con pequeños cambios en nuestros hábitos diarios. La elección de alimentos con menor impacto, la reducción del desperdicio y la modificación de nuestros métodos de cocción son pasos sencillos que nos acercan a una dieta más sostenible. Comer de forma consciente no solo beneficia nuestra salud, sino que también protege el planeta, contribuyendo a la lucha contra el cambio climático.
